Coleccionismo Pedagógico

El hecho de coleccionar puede ayudar a los niños a desarrollar gran variedad de habilidades y les sirve para ocupar su mente con algo alejado de ver la televisión sin más finalidad que ser entretenidos. Así, a los 5 o 6 años los niños empiezan a mostrar interés por coleccionar figuritas de sus dibujos o futbolistas favoritos y esto supone una búsqueda activa, un interés por algo especial y distinto. Según van creciendo los niños, las posibilidades de coleccionar se van ampliando hacia otros elementos como mariposas, hojas, coches, collares…que tienen más interés para ellos a partir de los 9 años aproximadamente.  
El coleccionismo funciona, además, como una gran herramienta pedagógica. Esto se debe a que para ciertos es niños un punto de partida muy interesante para su progreso personal y educativo;  por ejemplo, para los niños tímidos supone la excusa perfecta para hablar con otros niños y fomentar las relaciones de intercambio; para los niños con dificultades de atención supone desarrollar la capacidad de memorizar y la necesidad de concentrarse para conseguir aquello que les falta y que les exige organizarse y memorizar más de lo que habitualmente hacen. A los niños más pequeños es interesante darles ciertas pautas, que en cierto modo necesitan, para mantenerse motivados en el desarrollo de sus colecciones; les ayudará a desarrollar hábitos positivos,  a ser constantes, a mantenerse motivos, a organizar comportamientos que les serán muy útiles en cualquier circunstancia y a no dejarse llevar por las frustraciones que coleccionar pueda ocasionar, sino que les ayuda a vencerlas.

El coleccionismo, además, ayuda a desarrollar determinas habilidades y valores:


  • El orden: El coleccionismo incita al orden ya que es necesario tener un control sobre las piezas ya conseguidas, las que faltan y las repetidas.
  • La responsabilidad: se fomenta el cuidado por sus objetos de colección y el dinero, ya que el niño será responsable para ahorrar y poder así pagarse su propia colección.
  • El respeto: El niño no sólo aprenderá sobre el cuidado de su colección, además podrá apreciar a partir de lo propio, lo importante que es respetar las pertenencias de los demás.
  • La organización: El niño debe saber en todo momento dónde se encuentran sus objetos de colección para así poder realizar los intercambios que desee.

  • La constancia: Como la finalidad de esta actividad es acabar la colección, el niño deberá esforzarse para así poder conseguir las piezas que le faltan; por lo que necesitará mostrar una clara actitud de constancia para poder alcanzar su objetivo en el plazo previsto.
  • La memoria: El niño fomentará esta capacidad ya que el coleccionismo lo incitará a recordar todas las partes de su colección, de tal forma que sabrá lo que le falta para completarla, lo que puede cambiar o que ya esta repetido. Esta memorización le podrá ser útil en el futuro para otros temas como los estudios.
  • Socialización: El hecho de estar completando una  determinada colección supone un estupendo soporte para relacionarse y mantener conversaciones, facilitando  la comunicación con los demás a  los niños que sean más tímidos.
  • Ahorrar: Cuando van siendo mayores, los padres pueden ir dándoles periódicamente una pequeña cantidad de dinero que el niño tendrá que “administrar” para terminar su colección.
  • Afectividad: Sobre todo cuando se refuerza de forma positiva por parte de su padres, abuelos, profesores o hermanos mayores, el coleccionar resalta la afectividad. Si además se trata de una colección que contiene una o más piezas regaladas por personas especialmente queridas, ello reforzará el valor de la misma, así como sus beneficios.

Consejos para los padres

  1. Guiar siempre a nuestros niños en su colección para disfrutar con ellos y a la vez enseñarles lecciones para la vida.
  2. Enseñarles distintas formas de organización; como hacer una lista de cosas que faltan, separar cada cosa en una cajita o archivador, etc.
  3. Siempre hacerlos saber que a pesar de que sean ayudados toda la responsabilidad es suya y que tienen poder de tomar todas las decisiones sobre ella. 
  4. Demostrarles que es mejor empezar una colección y esmerarse en ella que empezar varias y no terminar ninguna. Asi, a su vez toman ese consejo para la vida.
  5. Insistir en que, si lo tiene, aporte de su propio dinero para expandir su colección. De esta forma comprenderá que nada es gratis y que conseguir lo que quiere implica esfuerzo y dar algo a cambio.


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