
El coleccionismo funciona, además, como una gran herramienta pedagógica. Esto se debe a que para ciertos es niños un punto de partida muy interesante para su progreso personal y educativo; por ejemplo, para los niños tímidos supone la excusa perfecta para hablar con otros niños y fomentar las relaciones de intercambio; para los niños con dificultades de atención supone desarrollar la capacidad de memorizar y la necesidad de concentrarse para conseguir aquello que les falta y que les exige organizarse y memorizar más de lo que habitualmente hacen. A los niños más pequeños es interesante darles ciertas pautas, que en cierto modo necesitan, para mantenerse motivados en el desarrollo de sus colecciones; les ayudará a desarrollar hábitos positivos, a ser constantes, a mantenerse motivos, a organizar comportamientos que les serán muy útiles en cualquier circunstancia y a no dejarse llevar por las frustraciones que coleccionar pueda ocasionar, sino que les ayuda a vencerlas.
El coleccionismo, además, ayuda a desarrollar determinas habilidades y valores:

- El orden: El coleccionismo incita al orden ya que es necesario tener un control sobre las piezas ya conseguidas, las que faltan y las repetidas.
- La responsabilidad: se fomenta el cuidado por sus objetos de colección y el dinero, ya que el niño será responsable para ahorrar y poder así pagarse su propia colección.
- El respeto: El niño no sólo aprenderá sobre el cuidado de su colección, además podrá apreciar a partir de lo propio, lo importante que es respetar las pertenencias de los demás.
- La organización: El niño debe saber en todo momento dónde se encuentran sus objetos de colección para así poder realizar los intercambios que desee.
- La constancia: Como la finalidad de esta actividad es acabar la colección, el niño deberá esforzarse para así poder conseguir las piezas que le faltan; por lo que necesitará mostrar una clara actitud de constancia para poder alcanzar su objetivo en el plazo previsto.

- La memoria: El niño fomentará esta capacidad ya que el coleccionismo lo incitará a recordar todas las partes de su colección, de tal forma que sabrá lo que le falta para completarla, lo que puede cambiar o que ya esta repetido. Esta memorización le podrá ser útil en el futuro para otros temas como los estudios.
- Socialización: El hecho de estar completando una determinada colección supone un estupendo soporte para relacionarse y mantener conversaciones, facilitando la comunicación con los demás a los niños que sean más tímidos.
- Ahorrar: Cuando van siendo mayores, los padres pueden ir dándoles periódicamente una pequeña cantidad de dinero que el niño tendrá que “administrar” para terminar su colección.

- Afectividad: Sobre todo cuando se refuerza de forma positiva por parte de su padres, abuelos, profesores o hermanos mayores, el coleccionar resalta la afectividad. Si además se trata de una colección que contiene una o más piezas regaladas por personas especialmente queridas, ello reforzará el valor de la misma, así como sus beneficios.
Consejos para los padres
- Guiar siempre a nuestros niños en su colección para disfrutar con ellos y a la vez enseñarles lecciones para la vida.
- Enseñarles distintas formas de organización; como hacer una lista de cosas que faltan, separar cada cosa en una cajita o archivador, etc.
- Siempre hacerlos saber que a pesar de que sean ayudados toda la responsabilidad es suya y que tienen poder de tomar todas las decisiones sobre ella.
- Demostrarles que es mejor empezar una colección y esmerarse en ella que empezar varias y no terminar ninguna. Asi, a su vez toman ese consejo para la vida.
- Insistir en que, si lo tiene, aporte de su propio dinero para expandir su colección. De esta forma comprenderá que nada es gratis y que conseguir lo que quiere implica esfuerzo y dar algo a cambio.
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