26 de septiembre de 2015

¿Cómo se da a lo largo de nuestra vida?

No siempre coleccionar se trata del acto consciente de juntar objetos de determinado carácter formando una colección de la cual sentirnos orgullosos; sino que todos desde que nacemos coleccionamos, inconscientemente, diferente objetos y de diferente manera según en que momento de nuestra vida estemos. El hombre, desde niño colecciona objetos que poseen para él un carácter especial, ajeno al del objeto en sí mismo.


En la infancia el instinto coleccionista aparece en una edad temprana, según algunos pedagogos, entre los tres y los seis años cuando el niño comienza a tener conciencia de sí mismo, reconociendo su propia existencia. Los niños pequeños coleccionan estampas y reúnen sus juguetes preferidos ya que poseen para él un sentido único. Por lo tanto, se establece una relación estrecha entre el hombre y el objeto, llegando a convertirse éste, en pieza de colección. 

Antes de la pubertad, entre los seis y los doce, empieza a coleccionar todo aquello que constituye su mundo, objetos que carecen de importancia para un adulto y para él constituyen un auténtico tesoro. Se trata de una forma de organizar aquello que no le es propio, o sea, el mundo exterior. Durante la adolescencia, entre los doce y los dieciocho años, este tipo de coleccionismo infantil empieza a debilitarse. Lo normal es coleccionar fotografías de actores y cantantes favoritos o deportistas famosos.

Para el adulto, al rededor de los 40 años, los objetos se convierten en un fetiche, no un material amado, sino que en un producto de deseo, de pasión. La tendencia hacia el coleccionismo 'verdadero' que se desarrolla en la pubertad, regresa con fuerza a partir de esta edad en el sexo masculino en relación con una menor actividad sexual. Cuando se produce el periodo de mayor actividad sexual, es decir desde los trece hasta los cuarenta años (adolescencia y parte de la adultez), el afán coleccionista desarrollado durante la infancia, tiende a decaer. Sin embargo, al llegar a los cuarenta, surge de nuevo la necesidad de reunir cosas debido a que ya no se puede controlar a las personas y por lo tanto aparece la necesidad de querer controlar las cosas.



19 de septiembre de 2015

Coleccionismo en animales

Sí, aunque resulte difícil de creer, los animales también coleccionan, aunque lo hacen de manera diferente, no lo hacen por la pasión que sienten por un determinado grupo de objetos como lo hace un humano, sino que lo hacen por necesidad biológica. Algunos animales como los hámsteres, los ratones y las ardillas no sólo recogen la comida sino también la almacenan. Por ejemplo, los perros, tienden a enterrar los huesos guardándolos como reserva. También, existen pájaros en Nueva Guinea y Australia que pintan sus nidos de color púrpura, con el jugo de las fresas, y los decoran con elementos brillantes como piedras, conchas o plumas, es decir, buscan un sentido estético. Los animales “reúnen” por pura necesidad biológica, como señal de su especie, o para marcar el territorio que les pertenece. Los objetos, son absolutamente indispensables para su existencia, tienen un sentido y un significado único. 
Las hormigas almacenan su alimento y hojas.
Por ejemplo, es muy usual que ésto se de en los gatos, a los cuales les gusta recoger joyería o pequeños y brillantes objetos de sus dueños y llevarlos a algún lugar del hogar para coleccionarlos. En la naturaleza los gatos cazan su alimento y pueden llevarlo a algún lugar seguro para consumirlo; en el hogar, donde no hay presas reales, los gatos algunas veces juntan objetos o juguetes pequeños y los llevan a un lugar especial. 
No se sabe cual es el motivo pero se cree que mimetiza un comportamiento predatorio natural y satisface alguna otra necesidad primordial que no puede satisfacer al estar dentro de un hogar.
Aquí hay algunas imágenes de gatos que coleccionan diversos objetos:








3 de junio de 2015

Historia del Coleccionismo

El coleccionismo es innato al ser humano desde sus propios orígenes, desde aquel momento en que el hombre tuvo sus propias ideas sobre él mismo y el mundo. Por lo tanto, la historia del coleccionismo ha existido desde que el hombre considero un objeto valioso y comenzó a acumularlos.
En la prehistoria se guardaban los objetos por su extrañeza y siempre lo hacia en lugares recónditos y de difícil acceso.
En Egipto y la Mesopotamia, los que coleccionaban eran los mas poderosos, y aunque continuaban guardando todas esas colecciones de objetos preciosos en las tumbas, no eran tanto de carácter civil, sino mas para el culto religioso.
Tesoros de la colección de Tutankamón
En la época de la Antigua Grecia, comenzó a tomar mayor importancia la antigüedad del objeto y no tanto su valor. El objetivo del coleccionismo era la ostentación del poder político y cultural, así se podrían encontrar sus colecciones en los templos y palacios.
Finalmente en la Edad Media, los grandes coleccionistas serán los reyes, los altos dignatarios y los sacerdotes. En esta época se coleccionaba porque estos objetos representaban lo que vemos, es decir, el poder y el prestigio. Fue entonces cuando se originó el coleccionismo acumulativo, cuanto más grande seria la colección y de mejor calidad, mas prestigio y poder tendría el coleccionista.

¿Qué se define por coleccionismo?

El coleccionismo consiste en la agrupación y organización de objetos de una determinada categoría y suele desarrollarse como afición o hobby. Éste depende de los gustos de cada persona, por lo que algunas colecciones se centran es un aspecto particular de un área, como las monedas de oro españolas, y otras buscan una mayor amplitud, como las monedas de todos los países.

Una colección es el conjunto de una misma clase de objetos que se reúnen por su valor o por el interés que despiertan. Éstas pueden completarse, al menos en el sentido de tener una muestra de cada uno de los artículos de la colección. A los coleccionistas que intentan completar las colecciones se los llama "completistas".

El coleccionista le dedica tiempo y dinero a aumentar su colección, la cual, por lo general, exhibe en su propia casa. El coleccionista cuenta con una cierta sensibilidad  y una predisposición especial. Suelen ser personas extremadamente cuidadosas de su colección, la consideran su tesoro, son muy celosos de éste y no les gusta que nadie lo toque. Así lo afirmaba Ed Victory, coleccionista de guías telefónicas de la última novela de Paul Auster, "No toque nada, pero mire todo lo que quiera".

Es posible que se confunda el término coleccionar con acumular compulsivamente pero lo cierto es que entre éstas dos palabras hay una gran diferencia. En el primer caso, los coleccionistas exponen sus colecciones con orgullo y le dan una gran importancia a su cuidado y mantenimiento. En cambio, en el segundo caso, los acumuladores compulsivos no buscan exponer sus posesiones sino que por lo general intentan ocultarlas del resto del mundo y las mantienen desordenadas y en mal estado.